lunes, 19 de febrero de 2024

EL CASTILLETE

En el paraje de Los Serruchos hay un sendero que nos lleva al mirador del río Genil. Una ventana abierta para contemplar tan bella estampa donde sobran las palabras y nos sentimos cautivos por su encanto.

El Castillete forma parte de un jardín de esparragueras blancas, de alcaparras floridas...,bajo la sombra de su torre de calizas dolomitas. 

Los viejos olivos lo rodean como centinelas y trepan ladera arriba en el cerrillo vecino para alcanzar su cima, donde la tranquilidad y la armonía se respiran.   

Los arroyos, La Cantera y El Pontón lo abrazan como a un niño, lo miman con su frescura, lo embellecen con el cañaveral y la espesura de los tarajes. 

Una fortaleza sin defensa, donde anida el búho real, las grajillas juegan al escondite y el cernícalo primilla se posa en los huecos. 

La Sierra Cabrera, como una madre, lo vigila desde su atalaya, donde duerme la bruma. Ella le sonríe en primavera al verlo florido y en verano le llora. 

El Castillete, admirador del meandro, suspira embobado cuando el viento sopla y mueve los álamos blancos, los olmos y maneja como una ola el manto de eneas y carrizos. 

Él, guardián de la garza real, el calamón, el pato malvasía...Siente admiración por si mismo al verse reflejado en las aguas tranquilas y serenas del río Genil.

Un monumento natural visitado por la cabra montés, por el zorro y el jabalí en las noches de luna llena. Al amanecer, cuando los rayos  del sol  deslumbran, senderistas y esparragueros patean con el fresco de la mañana sus senderos y veredas.

El paraje del Castillete nos llena de paz, de calma, y los románticos de la naturaleza nos complacen escribiendo versos, inmortalizando esta obra natural con pinceles en un lienzo, este rinconcito de nuestro término Badolatosa.  

 ,

 Autora del cuadro Mari Carmen Jiménez Morales. 

Una aficionada a la pintura nos transmite, con los pinceles y el corazón, su sentir y nos hace formar parte del Castillete.  Amigos de la Lectura le da las gracias por compartir su obra en el blog. 

De paso por la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MI MADRE, MI ÁNGEL DE LA GUARDA.

Mi madre, mi ángel de la guarda. Han pasado dos años de aquel atardecer triste de abril; cuando los naranjos estaban en flor, las golondrina...